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dc.contributor.advisorSolís Nova, David
dc.contributor.authorChávez Parra, Carina
dc.date.accessioned2022-11-03T10:45:32Z
dc.date.available2022-11-03T10:45:32Z
dc.date.issued2021-11
dc.identifier.urihttp://repositoriodigital.ucsc.cl/handle/25022009/3166
dc.descriptionMemoria presentada al Instituto de Teología de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, para optar al Grado Académico de Licenciado en Filosofíaes_CL
dc.description.abstractExiste una serie de filósofos cuyos consejos componen una guía práctica para resolver los problemas a los que nos enfrentamos cada día. A través de los años, los filósofos han desatendido el análisis sobre el amor y la explicación de este sentimiento, llegando, incluso algunos, a calificarlo como algo simple que no requiere ahondar ni perder tiempo en él. Sin embargo, han existido algunos estudiosos que sí han dedicado parte de sus investigaciones a profundizar sobre un sentimiento tan arraigado en las personas; uno de ellos es Dietrich Von Hildebrand, quien se extrañó que aquel sentimiento tan insigne en las personas, fuera un terreno tan virgen para sus colegas. A lo largo de la historia, filósofos como Platón hicieron un intento de dar a conocer un estudio sobre el amor. En uno de sus principales escritos “El Banquete” nos presenta una referencia en relación a este sentimiento, exponiendo a Aristófanes, quien describe que en un principio, la raza humana era casi perfecta: “Todos los hombres tenían forma redonda, la espalda y los costados colocados en círculo, cuatro brazos, cuatro piernas, dos fisonomías unidas a un cuello circular y perfectamente semejante, una sola cabeza que unía estos dos semblantes opuestos entre sí, dos orejas, dos órganos de la generación, y todo lo demás en una misma proporción”(Platón, obras completas edición de Patricio Azcarante, tomo 5,1871). Estos seres podían ser de tres clases: uno compuesto de hombre y hombre, otra mujer y mujer, y un tercero hombre y mujer llamado andrógino. Cuenta Aristófanes que los cuerpos eran robustos, vigorosos y de corazón animoso, y por esto concibieron la atrevida idea de escalar el cielo y combatir con los dioses. Frente a semejante osadía, Júpiter, que no quería reducir a la nada a la humanidad, encontró la solución para conservar a los hombres, hacerlos más circunspectos y disminuir sus fuerzas: separarlos en dos.es_CL
dc.language.isoeses_CL
dc.publisherUniversidad Católica de la Santísima Concepciónes_CL
dc.subjectAmores_CL
dc.subjectEsenciaes_CL
dc.subjectValores_CL
dc.subjectCorazónes_CL
dc.titleLa esencia del amor en el pensamiento filosófico de Dietrich von Hildebrandes_CL
dc.typeThesises_CL


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